Este sábado pasado fui a cortarme el pelo. La chica tiene un hijo y hace pedicure. Estaba una gordita haciéndoselo, no tenía pies feos pero me laten más los de la peluquera. Cuando entré estaban platicando justo de esto: Que si me tengo que poner no sé qué esmalte, que porque tengo las uñas de los pies medio amarillas, que si sabe qué más...
Me senté en la banca de afuera a esperar. Tomé alguna foto:
Se puso las sandalias, lo mismo que la clienta, y le pregunté si tenía tiempo para cortarme el cabello. Dijo que sí y me senté.
-Hace mucho calor.
-Claro, pero no lo sentíamos porque nos estábamos haciendo cosas en los pies.
Oh excitación...
-Es que los pies son como un termostato... si están frescos, tú estás fresca.
-Claro, por eso casi siempre estoy descalza aquí...
TOING! Mi entrepierna creció...
Ella continuó: Muchas veces estoy barriendo o algo, y me da un poco de pena con la gente que me vean descalza. Bueno, no pena, pero sí algo raro.
Continuamos y al rato comenté:
-Yo no podría tolerar que me cortaran las uñas de los pies, como dices tú, como a algunas personas que no les gusta que se los hagas.
-Así pasa. Hay clientas que se retuercen.
-¿Y a ti no te da cosa?
-¡No! A mí ni me da cosquillas ni nada, de hecho, qué rico que me toquen. ¡Bésame las patas! ¡Jajajaja!
Temblando me reí. Jajaja.
Me despedí pero... hay algo que le quiero decir a futuro... ya verá...
Saludos!
O.
PLUS: Sí, sí la veo seguido descalza... por eso fui...
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